lunes, 8 de enero de 2018

Reconocimientos y premios a la investigación científica II

En esta ocasión le toca el turno a los Premios Príncipe de Asturias, actualmente Princesa de Asturias.

Los Premios Príncipe de Asturias so otorgan desde 1981, actualmente se denominan Premios Princesa de Asturias.Estos galardones se otorgan en ocho distintas disciplinas: Artes, Comunicación y Humanidades, Cooperación Internacional, Deportes, Ciencias Sociales, Letras, Investigación Científica y Técnica y Concordia.

En estos 37 años se han otorgado los premios con la siguiente distribución:

Un 23% a organizaciones
Un 67% a hombres
Un 10 % a mujeres

En el caso concreto del premio en la categoría de Investigación Científica y Técnica el porcentaje baja; solamente un 3,2% de mujeres fueron distinguidas con el galardón, frente a un 96.8% de sus colegas masculinos, es decir, de 69 premios en esa categoría, solo 4 fueron a parar a manos de mujeres.

De nuevo, es llamativa la diferencia de porcentaje de premios otorgados entre ambos sexos. Siempre queda el interrogante del porqué. Son premios relativamente recientes, así que no existe ningún motivo objetivo por el cual no debería haber igual cantidad de candidatos de ambos sexos.
¿Cual es el motivo de que haya tan pocas mujeres premiadas, sobre todo en el campo de la ciencia? ¿Realmente no hay mujeres que merezcan esta distinción en igualdad de condiciones que los hombres?

La idea del blog es presentar datos objetivos, así que ahí os dejo la información, tanto en esta entrada como en la anterior, “Reconocimientos y premios a la investigación científica I”, y que cada uno saque sus propias conclusiones.

1 comentario:

jotabe dijo...

Hola, enhorabuena por el blog!! Los porcentajes de premios atribuidos a las “Mujeres” manifiestan ser escasos en comparación con los “Hombres”. Planteo una hipótesis: “la impotencia aprendida” (creencias). Algunas mujeres valientes a lo largo de la historia se salvaron de creer que no podían ser lo que quisieran de mayores, como es el caso de Marva Collins, 1936 de Alabama, profesora que revolucionó la educación con su método. Otro caso de éxito a pesar de no sentirse reconocida por el mundo masculino, fue Mary Kay Ash, 1918 empresaria o Helen Adams Keller, que de bebé sufrió una grave enfermedad quedando ciega y sorda y apesar de ello fue la primera persona sordociega en obtener un título universitario. A este fenómeno se le llama también “el optimismo como competencia esencial”.
Las mujeres hoy en día, seguimos buscando ese espacio que nos permita ser madres, mujeres y SERES espirituales. En una sociedad evolucionada, se sustentará el marco perfecto para que “nosotras mujeres” seamos reconocidas por nuestras pasiones y pasemos a vivir nuestros SUEÑOS. J.Beltrán